1. Vives en la pendeja.
Vives de tu pasado. Vives de tus triunfos y derrotas pasadas. Tienes 30 años y todavía te jactas que en el colegio ganaste la medalla al mejor bachiller. No has logrado nada desde los 15 pero tu familia sigue diciendo que eres un genio pues ganaste la olimpiada de ajedrez. Tienes 25 y no puedes superar que tus novias pasadas han sido unas hijas de la gran p$%”&. A pesar de que te gusta, no quieres estudiar ingeniería pues perdiste trigonometría en el colegio.
Empiezas un proyecto en tu empresa y piensas inmediatamente que fracasará pues en el pasado fracasaste. Empiezas una relación y sabes que acabará mal, como tus pasadas relaciones. No piensas aplicar nuevamente a estudiar en el exterior pues hace unos años todas las universidades escupieron tu cara y te negaron admisión.
Vives del pasado de los demás. Eres un oprimidor. No perdonas, no das segundas oportunidades, no crees que la gente también cambia en el tiempo. Piensas que eres mejor o peor que tus semejantes por lo que ellos han hecho o dejado de hacer en el pasado. No te mides a competir con alguien mejor que tú pues esa persona te ha vencido en el pasado.
No confías en tu equipo de fútbol pues nunca ha ganado nada (no obstante, el América está condenado a la B, esto sí está fuera de discusión). Tienes 40 y no confías en tu actual esposa pues cuando tenía 20 años era una puta. No le das segunda oportunidad al restaurante que alguna vez te sirvió una hamburguesa salada.
Vives en el pasado y eso predispone tu presente. Seguirás siendo el mismo perdedor pues no puedes dejar de pensar en las cosas que pasaron. Seguirás siendo el mismo perdedor pues no aceptas que el pasado pasó, que el pasado ya no existe, que el pasado no vuelve, que nadie vive del pasado, que cada día se escribe algo nuevo, que cada día debes esforzarte para ser mejor que ayer, que cada día debes conquistar a la mujer que tienes en frente sin importar lo que hiciste ayer, que cada día debes seguir estudiando a pesar de que te graduaste con honores, que cada día debes aprender a escribir mejor a pesar de que obtuviste más de 2 mil views en sólo 2 posts de facebook.
Seguirás siendo el mismo perdedor pues no aceptas que puedes dejar de ser el perdedor que eras ayer.
2. En tus pesadillas siempre aparece Nelson burlándose de ti
A ti, que está detrás de la pantalla, te quiero decir que siempre serás un completo perdedor pues te tiembla el estómago cuando sabes que te criticarán. Cuenta los dedos de tu mano derecha. Esa misma cantidad es el número de personas a quién realmente le importas. El resto de la gente sólo quiere verte caer, sólo quiere verte fracasar. Te dan la mano en la victoria, te apuñalan en la derrota.
Siempre serás un perdedor pues te da miedo dejarlo de ser. Cuando intentes dejar de ser un perdedor, los demás perdedores verán que haces cosas que ellos no hacen, te agarrarán de la pierna, te bajarán, te escupirán, te zapatearán, te mearán, y luego se apartarán para seguir con su vida de perdedores. Nunca se acordarán más de ti. Esto es normal, esto pasa en este mundo, pero el problema es que seguirás siendo un perdedor pues todo esto siempre te afectará.
Vives guardando tus gustos, tus comentarios, tu modo de vivir, por el miedo a la crítica. Te frenas y nunca dices una palabra bonita pues dirán que eres un cursi. Eres un completo perdedor pues no lloras por miedo a que te vean.
te apena poner a todo volumen la música cristiana que tanto escuchas. Dirán que eres un raro, y eso te afecta. Por eso siempre serás un desgraciado perdedor.
Siempre serás un perdedor pues tienes miedo a que te critiquen por intentar dejar de ser un perdedor.
3. No aceptas quien eres
Eres un perdedor pues no te quieres como eres. Desde niño has querido ser músico pero nunca lo aceptaste. Ahora trabajas como ingeniero de mantenimiento y eres infeliz. No tienes confianza en ti mismo, no eres auténtico, no eres tú.
No aceptas quien eres y te quieres parecer a lo que traiga la onda de la moda. No te gusta la rumba, el alcohol, la musica banda, pero pasas toda la noche en cambiar tu esencia para agradar a quien te gusta.
Siempre serás un perdedor pues, aún cuando eres un gran dibujante, te castigas todo el día por no tener aptitudes de ingeniero. Te castigas porque eres tartamudo, eres visco, eres una persona pequeña, eres sentimental, eres llorón. No aceptas que no eres extrovertido y quisieras ser menos análitico. Eres un perdedor pues aparentas algo que nunca has querido ser, te escondes detrás de la máscara que todos quieren ver de ti.
Dices que eres ateo pero cuando te ves en tu momento más oscuro pides ayuda a cualquier dios que se te venga a la mente.
Dices que eres cristiano pero se te encogen las bolas para hablar de Dios.
No eres decidido, no tienes personalidad, no reflejas confianza en ti mismo, no eres quien sabes que eres. Cuestionas tus valores, tu moral y tu modo de vivir pues quieres siempre ser alguien más. Quieres agradar y por eso cambias tu esencia. Eres un perdedor pues renuncias a tus gustos por no parecer el raro de tu grupo de amigos perdedores. Tienes miedo a que te digan que eres un nerdo, un ñero. Serás siempre un perdedor pues no quieres mostrarte como eres porque sabes que nadie te aceptará.
Eres un completo perdedor pues no aceptas que eres feo, que eres bajito, que no te sale barba, que tienes senos pequeños, que eres muelón, que eres calvo. Te miras todos los días en el espejo y te sientes desgraciado por no tener la personalidad del actor de moda. Vives maldiciendo el momento en que se te cayó el pelo y andas con gorros para ocultar tu calvicie. No aceptas que tienes pelo de indio, pelo de negro, pelo crespo, pelo liso. Que perdedor tan épico eres.
4. Vives en un feed de Facebook
Jamás dejarás de ser un perdedor pues vives comparándote con gente que aparentemente lo tiene todo, pero que, a fin de cuentas, son como tú, unos completos perdedores. Piensas que tu vida es una basura pues no viajas como los demás lo hacen, porque no estudias donde los demás lo han hecho, pues no trabajas donde los otros lo hacen. Lo que no sabes es que ellos piensan que son unas basuras precisamente por lo mismo. Eres un perdedor pues pasas horas en Facebook mirando a tus amigas que se casaron, y cojen seguido y te sientes como una escoria, sin saber que esos matrimonios no son lo que parecen ser en una foto. Eres un perdedor pues tu vida no se parece a la de los demás.
Eres un perdedor pues basas tu vida en una constante comparación con un estúpido feed de Facebook, de Instagram, en una revista Caras, en una lista Forbes. Querido lector, toda la gente, al igual que tú, tienen sus horas oscuras, problemas enmudecidos, porquerías guardadas. Naturalmente, los medios y las redes sociales sólo te mostrarán el lado bueno para que sigas sintiéndote como un perdedor. Eres un perdedor pues sabes que nada es lo que parece, y aún así comparas todo lo que tienes.
5. Aquello de “Beyond the line” no es lo tuyo
Eres un perdedor pues no corres un kilometro más de lo que te dice tu entrenador. Pues no le metes otras 25lbs a lo que llevas levantando en pecho plano hace 2 años.
Eres un perdedor pues te conformas con pasar la materia de panzaso (6) y no te interesa ser el mejor. Jamás trasnochas una hora más porque trabajas por lo que te pagan. Siempre serás un perdedor pues cumples tu horario de trabajo sin quedarte 1 segundo más en la oficina. Querido lector, eres un perdedor pues sigues diciendo que el ser humano necesita 8 horas diarias de sueño (afortunadamente el mito no es 10 horas), 2 horas de almuerzo, 1 hora de siesta, 2 horas de desayuno, y 2 horas de relajación.
Siempre serás un perdedor pues no sudas una gota de sangre por intentar dejar de ser un completo perdedor. Eres de los que dicen que trabajas acorde a lo que te pagan. Jamás haces más de lo que te piden. No lees un capítulo más. No te atreves a aprender algo nuevo. Mantienes tu beca arrastrando un promedio mediocre. Siempre serás un completo perdedor pues quieres depender toda tu vida de los bancos.
Colega, compañero, amigablemente te digo que siempre serás un perdedor pues nunca harás hasta lo imposible por dejarlo de ser.
6. Manzana por manzana, pera por pera
Eres un perdedor pues das acorde con lo que recibes. Das esperando algo a cambio. Querido amigo, déjame abrir tus ojos, la gente nunca cumplirá tus expectativas. Siempre pensarás que estás dando mucho y que nunca recibes lo suficiente. Esto no es problema. El problema viene cuando te aferras a esto para no dar todo de ti a los demás. Por eso, siempre serás un completo perdedor. Siempre serás un perdedor pues pagas mal con mal. Pagas traición con traición. Madrazo con madrazo. Puño con puño. Sarcasmo con sarcasmo. Cachete con cachete, ah no, esto no va acá. Esperas que te digan un te quiero para decirlo de vuelta. Siempre serás un perdedor pues persigues al carro que te cerró y le insultas a la señora que lo parió, que por cierto no tiene nada que ver con el incidente. Quieres robar al que alguna vez te robó. Quieres jugar con todas las mujeres porque alguna vez jugaron contigo. Quieres restregar a tu ex novia que ahora sales con otra perdedora con la cual seguro no durarás más de un par de meses.
Colega, nunca dejarás de ser un perdedor pues no llamas a tu mujer si ella no te ha llamado. No das un detalle porque ella no lo ha dado. No dices una palabra bonita pues nadie te la dice. No escupes un te amo porque tu idiota orgullo no te deja.
Querido perdedor, perdón, querido compañero, eres un perdedor pues nunca quieres dar más de lo que has recibido.
7. Mañana cambiará tu vida
Vives esperando a que la hora se redondee para salir de Facebook y empezar a trabajar. Dices que desde mañana empezarás a leer un libro, buscar un mejor trabajo. Aseguras que el otro mes entrarás al gimnasio. Juras que cuando se acabe el disgusto con tu novia le dirás te amo. Prometes que esta será la última vez que verás pornografía y te masturbaras. Por supuesto, desde mañana empezarás a madrugar, desde mañana empezarás la dieta, desde mañana empezarás a estudiar para tu examen.
Compadre, siempre serás un perdedor pues toda tu vida esperarás hasta mañana para dejar de ser un perdedor.